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Joy Mangano, una humilde trabajadora de Long Island, acabó convirtiéndose en una popular inventora de productos del hogar y también en uno de los rostros más conocidos de la teletienda americana. Joy Critica: Las voces del insistente culebrón de su madre la siguen en toda su juventud, cimentando en ella un mundo falso de cartón piedra donde las mujeres, bajo el amparo de la supuesta "liberación", se libran de personas indeseables... solo para acabar de nuevo en los brazos del siguiente hombre, confortadas después de haber tenido un breve momento de autoafirmación. Por lo tanto, esa definitiva liberación nunca llega, y a cambio si se fomenta el inmovilismo y la fantasía del príncipe azul que algún día llegará, que tiene presa tanto a la madre de Joy como condicionó a su propia abuela. Son reveladores esos sueños, en la penumbra de la consciencia, en los que Joy se ve a si misma dentro del propio culebrón, creyendo esa ilusión de autoafirmación que ha mamado desde niña y que ella cree tener. Hasta que un día su propio yo, encerrado desde hace años, dice "basta", y es entonces cuando la princesa que no necesitaba ser salvada renace en una mujer que era salvada por la miseria de su padre, su ex-marido y su mejor amiga. Joy Lamentablemente, ese interesante tono de cuento maduro en la Norteamérica moderna se pierde a partir de que Joy tenga su idea de la fregona milagrosa y la ponga en práctica. En su lugar, se tira de oficio y del buen hacer de un realizador interesado en la más mínima emoción en el rostro de Jennifer Lawrence. Podría ser una elección acertada, teniendo en cuenta que es a partir de entonces cuándo ella está más sola en su aventura empresarial, con esos hombres trajeados que nunca la mirarán a su misma altura por mucho que ella lo intente, pero acaba por ser un lastre que vuelve a la biografía típica de éxito tras fracaso, y vuelta a empezar. Falta verdadera emoción, e ideas poderosas, para volver a impulsar un barco en que solo rema una actriz contra viento y marea. Joy Resulta interesante, sin embargo, la descripción que hace de la trastienda de una gran idea, así como de cada gran ayudante o buitre que se acerca Joy para tratar de canibalizar su éxito. Las actrices de culebrón que antes eran dorados ídolos se revelan arrugadas y canosas en escenarios falsos, anticipando la falsedad que crece tras la sombra del éxito. No faltarán los que dicen que saben más que tú, los que dicen que tienen una mejor idea que tú, los que saben hacerlo mejor que tú. Incluso los lazos de sangre poco importan: los momentos más desgarradores son aquellos en los que se ve la decepción callada en la mirada de tu familia. Y está claro que no es la fama mal gestionada o que tu producto no se sepa vender bien lo que duele, sino la más fría soledad que se siente en una cima que todavía nadie puede ver. Joy Trudy, la novia de su padre, irónicamente esa persona externa que debería querer verla fracasar, es la única que le dice: "para hacer negocios, hace falta cierta dureza, cierta fuerza que tú no tienes". Y es precisamente, el surgir de esa dureza lo que estamos viendo. Dureza contra todos los que creen posible destrozar tus oportunidades, contra un mundo inclemente que por prejuicio o manipulación de los que tienen el poder no va a hacer ninguna concesión.
Un exoficial de policía de Nueva York convertido en sheriff de una pequeña ciudad rural de Georgia tiene que lidiar con una banda de ladrones que han tomado como rehén a un médico adinerado.... American Siege Critica: Virtuosa cinta de acción dirigida por Edward Drake y protagonizada por el veterano Bruce Willis y Timothy V. Murphy. Sintetizando, su historia está basada en un grupo de jóvenes que toman de rehén a un misterioso doctor, forzando de esta manera al sheriff del pueblo donde sucede todo, ubicado en Georgia (EEUU), a tomar las riendas del asunto. Siendo honesto, no es tan mala como pensé que sería. Durante los últimos diez años, el asociar el nombre de Bruce Willis con el mundo cinematográfico, salvo honrosas excepciones, no fue algo interesante, digno de mirar. Sin embargo, debo confesar que esta película es buena. Además de cumplir con creces la función de entretener, tiene detalles cautivadores. Es un film realista al punto tal que bien podría ser un documental sobre la violencia en los estados del sur de EEUU. Los diálogos, sin ser una cosa de otro mundo, están bien. La fotografía se deja ver, está correctamente cuidada, al igual que el montaje de las escenas de acción (se agradece). Por último, el papel interpretado por Bruce Willis es bastante moderado e incluso apagado, lo cual lo torna más descarnado. Por su parte, Timothy Murphy está sensacional en su interpretación de un hombre poderoso de pueblo (cada aparición suya en escena me hacía recordar al precursor del metal pesado argentino, Ricardo Iorio).... American Siege
Celebre la alegría de un tiro perfectamente ejecutado en la ingle cuando Johnny Knoxville, Steve-O y el resto de la pandilla regresan junto con algunos recién llegados para una ronda final de exhibiciones de acrobacias y comedia hilarantes, tremendamente absurdas y, a menudo, peligrosas.... Jackass por siempre CriticA: Evidentemente, no es un film merecedor de un 10. Pero no puedo ser objetivo con estos cabrones zumbados. Para mi, representan parte de una época maravillosa, en la que fui tremendamente feliz: finales de los años 90. El instituto, los coletazos de una Playstation que maravillaba con Tony Hawk, Tekken 3 y FF9. Las chicas locas con Britney Spears y los Backstreet Boys, y los chicos flipándonos con Eminem y Linkin Park. Éramos felices. No sabíamos cuánto. Y en la TV, teníamos a Buffy, Futurama......y a los locos de Jackass. Knoxville, Steve-O, Wee-Man, Bam Margera (que jamás superó la muerte de su amigo Ryan Dunn y finalmente no aparece en esta entrega). Todos imitábamos sus locuras, nos reíamos a carcajadas con ellos, y eran la comidilla del patio del instituto cuando hacían alguna salvajada peor que la anterior. Hoy, en 2022, todo ha cambiado. Vivimos la época de lo correctamente político, la cancelación en Twitter por salirse mínimamente del orden establecido, el culto al narcisismo vacío de filtros de Instagram, los zombis de los móviles y la dictadura de las redes sociales, que han creado a toda una nueva generación de retrasados mentales prácticamente asexuales. Si lo unimos a una pandemia mundial, y el hecho de estar en ciernes de una Tercera Guerra Mundial con Rusia, queda meridianamente claro que aquella época era la pura (e inconsciente) felicidad. Y nuestros protagonistas, que empiezan a peinar canas, siguen tan gamberros, tan locos, tan zumbados y con tantas ganas de vivir fuera de los límites establecidos por la corrección política que uno no puede sino entregarse a la carcajada continua y la sensación de amistad y camaradería que reinan durante toda la película. Seguramente, ésta sea la última vez que los veamos juntos, haciendo sus payasadas. Por arriesgarse y recordarnos aquellos tiempos donde todo era infinitamente más sencillo, más real. Y por ello, les doy las gracias..... Jackass por siempre
Es el verano antes de que Elle se dirija a la universidad y tiene que tomar una decisión secreta. Elle ha sido aceptada en Harvard, donde se está matriculando su novio Noah, y también en Berkeley, donde se dirige su mejor amiga Lee. ¿Qué camino debería elegir? El stand The kissing Booth es esa película que al igual que 50 sombras de grey nunca debió existir, es que aunque si es cierto que la película solo tiene como intención divertir, realmente hay muy buenas películas que divierten y que al mismo tiempo cuentan una gran historia. El stand Por una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. El stand Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. El stand
Robo is an amazing story of friendship between a boy and a robot. Where a whole new world opens up for both of them. The boy learns to be strong and courageous, and the robot, initially devoid of feelings, begins to empathize and experience real human emotions.....Mi amigo Robot Critica: En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.....Mi amigo Robot
Un sicario sin trabajo encuentra empleo como conserje en la escuela primaria local....Max Bishop Critica: ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Max Bishop